Apartamentos rurais Las Cabezadas para 4 pessoas

Estuvimos un fin de semana.

El alojamiento es estupendo. Tiene todo lo básico que necesitas: desayuno completo, fruta, café, cafetera, tostadora, champú, secador de pelo, barbacoa, lavadora, wifi...

Decorado con muy buen gusto. Muy bien equipado y limpio.

La zona es preciosa. El pueblo muy tranquilo

Tiene animales: gallinas, ocas, patos, lo que encanta a los niños. También hay mesa de pin-pon

Ideal para ir en familia.

El trato de Bea es muy agradable y correcto.

100% recomendable

Hemos estado el puente de la Constitución en diciembre. La casa está limpísima y tiene todo lo necesario para estar cómodos, incluyendo una calefacción regulada por termostato y una chimenea con leña disponible por si uno prefiere una calefacción más tradicional.

La cesta de desayuno es estupenda, hemos tenido de sobra para los cuatro días. Bea es muy atenta y te informa de cualquier cosa que preguntes (panadero, restaurantes, rutas, ...etc.)

El patio/jardín tiene una pequeña granja con gallos, gallinas, patos y ocas. Y también una mesa de ping-pong. Los niños disfrutan muchísimo en un ambiente natural y sin ningún peligro.

Si te gusta el senderismo puedes hacer todo tipo de rutas: desde los caminos que conectan entre sí los pequeños pueblos de la zona con trayectos cortos y de poco desnivel hasta subir al Ocejón (2.048 m), cuyo sendero se inicia en la misma puerta de la casa.

Magnífico, no lo dudéis.

Hemos pasado dos estupendos días en las cabezadas. Los apartamentos son muy acojedores y cómodos. No se echa nada en falta. Están superlimpios y muy calentitos. Las camas son cómodas. La cocina tiene todo lo necesario. Incluye café, cola cao, sal, azúcar, aceite, vinagre....

Las zonas comunes disponen de barbacoa con mesas y leña. Es realmente bonita. También hay patos, gallinas y ocas, además de gatitos y un perro, que hacen las delicias de los niños. Las vistas son alucinantes. Bea, la dueña es muy amable y está en todo. Muy detallista, te hace sentir muy agusto. . Sin duda lo recomendamos, tanto para familias como para grupos de amigos.

La mejor casa rural que hemos visitado. Además del precio, súper económica para todo lo que ofrecen. Entorno precioso, las vistas desde la casa son impresionantes. La casa muy grande, muy limpia, muy cómoda y completamente equipada, hasta con desayuno, una cesta llena de manjares para un regimiento ;). La calefacción sin restricciones. Menaje completo con todo lujo de detalles. Beatriz y su compañero bellísimas personas que se desviven por atenderte en todo lo que necesites, Muchas gracias a los dos por estos días tan fantásticos. La BBQ con todo el carbón que puedas necesitar. Para remate a tu alrededor las gallinitas, los gallos, las ocas, el perrete (Gazpacho), el ganso (Bartolo) más salao que las pesetas, haciendo de inspección de todo el personal que entra y sale de la propiedad. Muy divertido con tanta compañía tan afectiva y su mesa de pingpong en el jardín, que ya remata el conjunto. Volveremos en cuanto tengamos la ocasión.

Bueno, por tratar de resumir nuestra experiencia: un lugar maravilloso, como si estuviéramos en casa en lo que a comodidad se refiere, pero en un ambiente rural, en plena naturaleza, y al pie de la montaña (Pico Ocejón).

Fuimos mi mujer y yo con las niñas, y nuestro perro, y disfrutamos de todo en absoluto. Por la época vimos zonas nevadas, los arroyos bajando con agua, con un solazo ambos días, y con el único pero de un poco de viento. Pero nada, bien abrigaditos. Las niñas encantadas con los animalitos que tienen en una pequeña granja (gallinas, gallos, patos y ocas). Nuestro perro disfrutó de lo lindo. Comimos muy cerquita en un sitio recomendado por Bea, la dueña (Los Manzanos, en Campillejo), y genial todo, buena comida y buenísima atención.

Y qué más, la casa, con su chimenea a tope, pero también con calefacción (la ponen bien fuerte, imposible pasar frío), y la cesta de desayuno generosa de bienvenida, no le faltaba de nada (zumo, leche, bollería para 5 días, fruta,... ).

El pueblo y alrededores precioso, con su arquitectura negra característica.

De algo me olvidaré, pero en definitiva una experiencia inolvidable. Gracias por todo Bea, sigue así.