Nos alojamos en la casa una familia grande con niños por una semana. Al terminar nuestra estancia ¡no queríamos irnos! Y es que disfrutamos tanto allá: la montaña, los paseos diarios por el campo, la tranquilidad del pueblo, la simpatía y hospitalidad de los dueños, las noches fresquitas que se agradecen en verano, la casa impecable y con todas las comodidades, el jardín precioso y bien cuidado... y porque no me quiero extender más, pero podría seguir.
La recomendamos al 100%. Muchas gracias, Iñigo y familia. Enhorabuena por una casa tan estupenda y gracias por el trato tan acogedor.
Bárbara (la familia de Bilbao-Holanda-EEUU).